En los últimos diez años las cosas han cambiado mucho y la oferta de productos online es cada vez mayor en todo el mundo, hoy en día podemos comprar prácticamente cualquier cosa por Internet. Se puede recurrir a las tiendas online para buscar regalos, comprar productos de electrónica o simplemente utilizarlas para la compra semanal.
Aunque en sus comienzos el comercio electrónico solo tenía aceptación en países como Estados Unidos, hoy en día podemos encontrar un gran número de sitios de compras online en prácticamente todos los países del mundo, y cada vez son más los usuarios que utilizan Internet para realizar sus compras.
Según los estudios, para el desarrollo del comercio electrónico han sido determinantes: la implantación de sistemas de pagos seguros, el establecimiento de certificados de calidad online y el desarrollo de iniciativas de protección a los consumidores, entre las que se encuentran la gestión gratuita de cambios y la ampliación del plazo de devoluciones.
Internet nos permite comparar precios de forma rápida y elegir el producto que queramos al precio más económico. Además, el ahorro de tiempo y la comodidad también son factores que nos hacen decantarnos por esta forma de compra.
Un dato interesante que nos han permitido conocer los estudios de los últimos años es que los usuarios consultan la Web para analizar sus opciones de compra en el mundo físico, pero también es cierto que muchos de estos usuarios acaban adquiriendo los productos online cuando comprueban la diferencia de precio o encuentran problemas de disponibilidad en la tienda física.
Mientras que la mayor parte del comercio electrónico mundial tiene que ver con la venta de productos nuevos en tiendas online, una buena parte del sector también la ocupan los sitios de anuncios para compra-venta de artículos entre particulares. En cualquiera de los dos casos es importante revisar con detalle una serie de aspectos para evitar problemas en nuestras compras por Internet:
- Asegúrate de que realmente estás comprando el artículo que quieres: comprueba bien el modelo y lee detenidamente la descripción del artículo.
- Consulta las condiciones de venta para saber las opciones que ofrecen en caso en cambio o devolución del producto, así como los plazos establecidos.
- Comprueba que los productos son vendidos desde una tienda de tu propio país: un producto que no haya sido facturado por una empresa de tu país puede no tener las mismas condiciones de garantía, soporte técnico, etc.