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A pesar de contar con un excelente motor de búsquedas, sobre el cual ha construido su imperio, Google también apuesta por el conocimiento humano para organizar y mejorar sus búsquedas.
Cuando Jason Calacanis presentó su proyecto Mahalo, un buscador basado en el conocimiento humano y cuyos resultados son obtenidos de manera casi artesanal por un grupo de expertos contratados para tal fin, no fueron pocos los que se burlaron al calificarlo de faraónico y de fracaso términos de costo beneficio. Pero Mahalo sigue vigente, aunque no se trata de uno de los buscadores más utilizados de la web, y ahora al parecer Google ha puesto en práctica una idea similar.
Es que de acuerdo a lo que ha podido encontrar el sitio The Register, que ha tenido acceso a una guía de 160 páginas en la cual Google explica algunos funcionamientos internos, la compañía de Mountain View utiliza un equipo de empleados contratados y entrenados especialmente para determinar la calidad, relevancia y cantidad de spam de los resultados de las búsquedas.
Al parecer, Google contrata a estos empleados a través de compañías como Leapforce y Lionbridge, y luego de un entrenamiento intensivo están preparados para trabajar desde sus casas y comenzar a evaluar los diferentes resultados que son encontrados por el motor de búsquedas, a los cuales deben calificar como ‘Vital’ , ‘Útil’, ‘Relevante’, ‘Ligeramente relevante’, ‘Fuera de tema/Inútil’ o ‘Imposible de calificar’. También hay especificaciones para un tema siempre importante como es el caso del spam, para el que están vigentes las siguientes calificaciones: ‘No es spam’, ‘Podría ser spam’, ‘Spam’, ‘Pornografía’, ‘Malicioso’.
Además, los expertos seleccionados por Google son entrenados para separar las búsquedas entre aquellas que tienen un objetivo definido por parte del usuario y aquellas que en realidad buscan obtener un consejo respecto de algún tema concreto o responder a alguna duda de una de alguna de sus preguntas, y son las que frecuentemente encuentran respuesta en servicios como ‘Yahoo! Answers’. Todo esto deja en evidencia que aunque el motor de búsquedas de Google es claramente el más poderoso, o al menos el más eficiente y veloz, siempre hay un componente humano que es necesario para tareas que todavía las máquinas no pueden realizar de la misma forma que la mente humana, en particular en temas relacionados al conocimiento o a la organización de la información.
Fuente: Visual Beta (CC BY-SA 3.0)
