La saga de los procesadores para el Samsung Galaxy S25 ha dado giros inesperados en los últimos meses. A pesar de las filtraciones iniciales que parecían concretar qué chips serían los elegidos para alimentar esta nueva generación, la información más reciente señala un cambio de rumbo por parte de Samsung. Lo que inicialmente parecía una apuesta clara por Qualcomm o MediaTek, ahora apunta a una vuelta al procesador Exynos, aunque este movimiento no está exento de controversia.
El incierto camino de los rumores
En marzo de 2024, comenzaron a surgir rumores sobre el chip que impulsaría el Galaxy S25. Por aquel entonces, Samsung parecía tener la intención de utilizar su propio procesador, el Exynos 2500. Sin embargo, las primeras pruebas de rendimiento revelaron que el chip no cumplía con las expectativas para competir en la gama alta de 2025. Esto generó dudas sobre si Samsung podría seguir con esa opción.
Ante estos resultados, las filtraciones apuntaron hacia Qualcomm como la mejor alternativa, específicamente con el Snapdragon 8 Gen 4, un chip que prometía ser uno de los más potentes del mercado. Durante meses, se creyó que Samsung adoptaría este procesador para su nueva línea de dispositivos insignia. Sin embargo, Google dio una sorpresa al filtrar que algunos modelos del Galaxy S25 usarían procesadores MediaTek.
Un giro inesperado: vuelta al Exynos 2500
Cuando todo parecía estar resuelto, nuevas filtraciones han sacudido las expectativas. Un usuario conocido de X (anteriormente Twitter), que ha demostrado tener información privilegiada sobre Samsung, ha afirmado que el Galaxy S25 y S25+ no contarán con procesadores Qualcomm ni MediaTek. En su lugar, estos modelos volverán a usar el Exynos 2500, a pesar de las críticas anteriores sobre su rendimiento.
Esta decisión no está exenta de polémica. El propio Samsung había descartado el Exynos 2500 por considerarlo insuficiente para los exigentes estándares de los teléfonos de gama alta. En las pruebas de rendimiento (benchmarks), el Exynos 2500 alcanzó puntuaciones inferiores a las de su competidor más cercano, el Snapdragon 8 Gen 4, lo que sitúa a Samsung en una posición incómoda respecto a la percepción de calidad.
Comparación de rendimiento
Las pruebas comparativas entre los procesadores muestran una diferencia notable en rendimiento. El Exynos 2500 ha logrado puntuar hasta 2.666 en la prueba de un solo núcleo y 8.839 en la prueba multinúcleo. En cambio, el Snapdragon 8 Gen 4 supera estas cifras con más de 3.000 y 9.000 puntos, respectivamente. Aunque la diferencia no parece drástica, en la práctica puede ser perceptible, especialmente en tareas intensivas como videojuegos o aplicaciones que demanden un procesamiento gráfico más avanzado.
El Exynos 2500, aunque no es el peor de su clase, está lejos de ser la mejor opción. Samsung parece inclinado a utilizar este chip en sus modelos Galaxy S25 y S25+ como una estrategia de ahorro de costes. No obstante, el Galaxy S25 Ultra, el modelo más avanzado de la serie, sí equipará el Snapdragon 8 Gen 4, o como ahora se le denomina, Snapdragon 8 Elite, manteniendo su posición como el teléfono insignia de la línea.
La reacción del mercado
El hecho de que Samsung opte por el Exynos en lugar de Qualcomm o MediaTek podría no ser bien recibido por los usuarios. Los consumidores esperaban ver en el Galaxy S25 una actualización sustancial en términos de rendimiento, pero la elección del Exynos 2500 parece ser una decisión que prioriza la reducción de costes sobre la mejora de prestaciones.
En un mercado altamente competitivo, donde empresas como Apple y Xiaomi presentan innovaciones constantes, el recorte en rendimiento podría dejar a los Galaxy S25 y S25+ en desventaja. Los usuarios más exigentes podrían optar por otras marcas o incluso considerar saltar directamente al modelo Ultra, que sí promete un rendimiento superior gracias al Snapdragon 8 Elite.