¿Alguna vez has oído hablar de la cantidad de datos que puedes descargar o almacenar en internet?, ¿de la velocidad a la que se transfiere? Ya has dado un primer paso.
Es algo presente en cualquier conexión a internet y que hemos escuchado en innumerables ocasiones, pero a lo que no solemos prestarle tanta atención como deberíamos. El ancho de banda no son tres palabras que las operadoras de telefonía lanzan al público con el fin de alardear de vocabulario técnico, es un concepto bastante básico y, sobre todo, necesario si realmente quieres entender cómo funciona tu conexión.
Se trata de, ni más ni menos que la cantidad de datos que el usuario puede enviar o recibir a través de internet. Es un indicador de la velocidad a la que se transmite esta información, y normalmente se mide en Mbs o Mb/s (Megabits por segundo). Esta nomenclatura, además, suele provocar ciertas confusiones al ser aparentemente idéntica a los MB/s (Megabytes por segundo).
Su mera existencia es lo que hace a los consumidores contratar un tipo de tarifa u otro a la hora de contar con los servicios de cualquier operador para conectar a internet, sea en el ámbito doméstico o el profesional. No obstante, es en este último donde cobra mucha más importancia la monitorización. Si realmente quieres saber hasta qué punto llega el ancho de banda disponible, cuántas personas están moviendo información a través de la conexión y qué velocidades tienen, necesitas monitorizar.
Afortunadamente no es algo excesivamente difícil y existen soluciones como NetFlow Traffic Analyzer, de SolarWinds. Herramientas de este tipo permiten controlar todo el tráfico de la conexión y ver dónde se realiza el mayor consumo y dónde menos, así como analizar todo el tráfico de red y comprobar si, en efecto, se está obteniendo la velocidad garantizada por la compañía.
Trabajar con software especializado en llevar a cabo esta tarea es algo que permite tener un control total del ancho de banda sin apenas complicaciones. Los programas disponibles actualmente hacen esta tarea sumamente sencilla, ya que recurren a una interfaz tremendamente visual e intuitiva, lo que impide que haya lugar a confusiones.
De esta forma, los usuarios que incluso tengan pocos conocimientos de informática tienen la ocasión de valorar si su conexión funciona como es debido y, en caso de no ser así, contactar con la compañía que corresponda. No hay más que recurrir a los paneles de información de las herramientas especializadas para ver, de un simple vistazo, que todo está en orden, o no.
Como decíamos al comienzo, el concepto de ancho de banda es algo con lo que estamos sumamente familiarizados en la actualidad, aunque hay muchos usuarios que desconocen su significado real. Haciendo un símil, se podría decir que es el grosor de esa tubería por la que se mueven todos los datos al conectarse a internet. Si es más ancha, podrá moverse más información y la velocidad será mucho más elevada a la hora de bajar o subir ficheros a la red de redes.