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Desde siempre el gobierno de EEUU ha sido un auténtico especialista de “meter sus narices” donde no le llaman. Un claro ejemplo de esto se ha visto recientemente con la cantidad de escuchas ilegales que han sufrido más de 35 gobiernos europeos (entre los que se encuentra también España) a través de Internet con la finalidad de obtener datos militares o económicos.
Pues bien, las dos potencias del viejo continente como son Francia y Alemania, se han sentido muy molestas con estos espionajes como es obvio. Y por ello, quieren ahora ponerles fin de una manera algo radical. ¿Y cómo lo conseguirían? Pues los gobiernos de Hollande y Merkel están pensando en instalar una red de Internet que solo se pueda utilizar y acceder desde Europa. De esta forma, los americanos estarían completamente excluídos en todo este trasvase de información europeo.
Ambos presidentes se reunirán la semana que viene para tratar con más tranquilidad esta iniciativa. Merkel es sobre todo la más interesada, ya que durante estos últimos meses ha sido el blanco de numerosas escuchas telefónicas perpetradas por el gobierno estadounidense.
Aunque esto también puede tener sus desventajas. Primero habría que instalar una red completamente nueva, algo que pueden suponer unos costes demasiado altos. Y por otro lado, esto también atentaría contra el principio de “universalidad y globlalidad” que desde siempre ha defendido Internet.
