Ejemplos de aplicaciones absurdas hay muchas, tantas como quieras. Ejemplos de aplicaciones absurdas que hayan dado ingentes cantidades de dólares… pues la verdad es que no hay pocas. Y el que diga que no ha sido tentado a probar alguna de ellas está mintiendo (o eso quiero creer yo, que he probado más de una).
Pero Yo debe estar en el top de aplicaciones absurdas con éxito, en un lugar muy alto además. ¿Qué es esta aplicación exactamente? Consiste en una forma de enviar un saludo, que en este caso sería la palabra americana “Yo”, referida a una especie de “¡Ey!”, no al pronombre. Y ya está, no sirve para nada más…
Esta herramienta, esta vía para enviar una palabra a un amigo, ha dado más de un millón de dólares al creador. Esto es como el que inventó la fregona, fuese quien fuese, pero aún más sorprendente. Eso sí, cuidado, que los Yo recibidos podrán ser devueltos con un solo click. Vamos, útil, útil.
La única explicación posible puede ser en la visión de futuro que se puede tener de esta aplicación, ya que algo habrán visto los inversores para soltar tal cantidad de dinero. Porque como concepto, Yo es demasiado simple y su función se puede cubrir con WhatsApp, así que la rueda ya está inventada.
Lo que puede ocurrir es que su rápido sistema de comunicación haya dado ideas más suculentas a algunas empresas, y el potencial de la app se haya multiplicado exponencialmente. Imagino varias aplicaciones posibles, todas ellas orientadas al envío instantáneo mediante un simple toque de nuestro dedo (envío instantáneo de mensajes predefinidos para cuando estamos apurados y nos cuesta contestar, por ejemplo). Si no es así, dudo que nadie pueda explicarse tal éxito, creador incluido.