Un agricultor llamado He Liang ha estado trabajando durante diez años (atención al dato), en un invento que ha llegado a España bajo el nombre de “motomaleta”. La idea es muy simple, convertir una maleta en un vehículo para así poder transportarlo con mucha más facilidad. Lo primero que yo me he preguntado es: ¿Diez años para esto no es un poco exagerado?
No por nada, sino porque el prototipo que Liang ha presentado no es más que una maleta modificado interiormente, a la que se le ha acoplado un volante de moto. Por lo demás, es una maleta perfectamente normal (no tiene asientos, conduces sobre la propia maleta), con un depósito para el combustible y hasta GPS.
Además, pesará aproximadamente lo mismo que una maleta convencional, alcanzará hasta 20 kilómetros por hora y podrá transportar hasta dos viajeros al mismo tiempo. Todo un lujo. Lo más gracioso de este asunto no es el invento en sí, es ver como alguien lo prueba. Desde aquí podemos asegurar que el resultado es, cuanto menos, un poco vergonzante.
Pero oye, quien sabe, lo mismo y ocurre como el que inventó el chupa chups, algo tan simple que acabó siendo una idea multimillonaria. Si las prestaciones que tiene se pueden combinar con precios y pesos relativamente aproximados a los de una maleta convencional, puede que hasta acabe teniendo la popularidad suficiente como para conseguir mucho dinero por la patente.
Y por el asunto de la vergüenza no os preocupéis, que en cuanto veamos a muchas personas conduciendo sobre las maletas, los raros seremos aquellos que aún tiremos de las nuestras. La tecnología no mira por el aspecto, oiga usted, lo importante aquí es la comodidad. Y en cuanto a comodidad, la motomaleta sale ganando por mucho.