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Internet ha creado grandes oportunidades de negocio, pero también grandes desafíos para los que hoy en día se dedican profesionalmente al mundo de los sitios web y la publicidad online. Lo que empezó siendo un entretenimiento para muchos webmasters, que probaban suerte y buscaban la manera de que su página web subiera puestos en Google, actualmente se ha convertido en un sector realmente complicado y solo apto para expertos.
Lo cierto es que el monopolio de Google determina todos los movimientos de cualquier negocio en Internet. En especial durante los últimos años, este gigante ha beneficiado y perjudicado a millones de páginas web con sus cambios de políticas, y más concretamente con las modificaciones de su algoritmo, que en ocasiones son bastante drásticas y sin previo aviso.
La consecuencia de esta situación es que cada vez es más difícil gestionar la estrategia de posicionamiento de un sitio web sin correr peligro, obligándonos a contratar los servicios de empresas experimentadas como CompuMarketing, cuando antes bastaba con leer unos cuantos manuales sobre SEO y preguntar las dudas en un foro.
Dejando aparte el posicionamiento de pago (SEM) y centrándonos en lo que se conoce como posicionamiento natural u orgánico, hay que distinguir entre SEO On-page y SEO Off-page. El primer término hace referencia a los factores internos de la página y no entraña mucho misterio, ya que cualquier persona con conocimientos básicos y con un manual actualizado debe ser capaz de desarrollar sitios web que cumplan con todos los requisitos. Sin embargo, es en el posicionamiento off-page donde todo se complica y no es suficiente con ser un principiante.
Para diseñar una buena estrategia de SEO Off-page no es suficiente con poseer los conocimientos teóricos, se requiere de una gran experiencia si no queremos que nuestro sitio acabe penalizado por Google. Esta parte del posicionamiento web consiste básicamente en conseguir enlaces externos, pero la forma de hacerlo puede ser determinante para que nuestras páginas suban o bajen en los resultados de búsqueda.
Lo ideal sería que estos enlaces fueran siempre naturales, es decir, que no sean el fruto de una acción directa por nuestra parte, pero todos sabemos que se tardaría demasiado tiempo en conseguirlos y esto no es viable a la hora de montar un negocio online.
Los enlaces externos se deben crear de forma progresiva, espaciados en el tiempo, y por supuesto deben venir de sitios web de calidad, pero además es fundamental que sean muy variados tanto en el “anchor-text” como en la URL de destino. En resumen consiste en simular lo que normalmente se debería producir de forma natural.
Dicho esto, no nos cansaremos de repetir que no se trata de una tarea trivial, y puedes estar seguro de que si te pasas de listo acabarás mucho peor de lo que empezaste.
Imagen: “SEO Business” de ShutterStock
