El Webinar, para los no iniciados, es un formato que nos permite hacer marketing de contenidos de forma diferente, entretenida y, lo más importante, de manera directa con el cliente. Para ello podemos utilizar herramientas para webinar que nos facilitarán el trabajo de creación. En resumidas cuentas, un webinar es un seminario web (la unión de estas palabras crea la palabra). Por lo tanto, el conferenciante puede dar en directo una conferencia a sus clientes y recibir feedback también en tiempo real, de los que podemos obtener información importante de cara a las siguientes conferencias, crear una lista de suscriptores…
Los principales interesados en este tipo de conferencias son personas que quieran dirigirse a un público fiel pero que está muy diseminado por el país o, incluso, por el resto del mundo. De esta manera, ni oyente ni conferenciante han de moverse de su casa y pueden disfrutar de la misma experiencia que si estuvieran en el mismo espacio. Por lógica, este tipo de conferencias online son muy útiles para la educación, y ya no es extraño que en los cursos, grados, etc. que se imparten a distancia haya ciertas plataformas educativas virtuales para que la experiencia sea similar a la de asistir a una clase en directo, además de que favorece la aparición de debates y de preguntas que, de otra manera, no se producirían. El hecho de que todo sea a través de un ordenador facilita que el conferenciante (o los, si son varios) puedan compartir material audiovisual, links, etc. en directo y que los oyentes, alumnos, etc. lo puedan visualizar en directo también.
Como herramienta de márketing, el webinar es muy importante, porque te conecta directamente con tu público objetivo, y analizando el perfil de los visitantes podemos sacar resultados demográficos que nos pueden ayudar a mejorar nuestras estrategias o, incluso, cambiarlas, si estamos llegando a un público diferente al que pretendíamos en un inicio. Aparte de lo antes citado, nos permite humanizarnos de cara a nuestros conferenciantes o nuestros potenciales clientes y, sobre todo, nos permite escucharlos en directo, y saber de primera mano sus inquietudes y escuchar sus peticiones… las cuales debemos oír, pues nos pueden ayudar a mejorar rápidamente. El hecho de que este servicio sea barato permite que el formato en sí sea más económico que convocar una conferencia en directo, a la cual, además, no podría asistir la mayoría de la audiencia potencial de un webinar, por razones meramente geográficas.
Pero a la vez que un webinar es una opción ideal para la comunicación, también puede volverse rápidamente en nuestra contra si no preparamos bien nuestra sesión y nuestros receptores no reciben una información de calidad del tema esperado. Si el mensaje falla, probablemente la mayoría no vuelvan a acudir a una sesión nuestra. Así mismo, como la cantidad de visitantes puede ser abrumadora, es aconsejable que haya un moderador (o varios), que gestionen los comentarios, preguntas, etc. y que, sobre todo, eliminen a los participantes tóxicos.
Las conferencias del futuro ya son una realidad.