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Uno de los sectores presentes en Internet que más han crecido durante los últimos años es el de las apuestas deportivas. Los avances tecnológicos y la distribución de numerosos canales de acceso a los portales de pronósticos deportivos han permitido situar a esta actividad como uno de los referentes de ocio en la red.
Su evolución ha ido en línea ascendente desde principios de siglo, cuando empezó a popularizarse el juego por internet. Hasta entonces, las apuestas se realizaban en establecimientos físicos, con una serie de limitaciones que condicionaban mucho las posibilidades de los jugadores. Pero con la globalización de Internet el mercado se renovó y empezó una etapa de auge que se mantiene a día de hoy sin haber alcanzado su techo. Las casas de apuestas entraron en la red con una limitada, aunque interesante, cantidad de eventos deportivos para apostar. Las principales competiciones del mundo estaban presentes en esta oferta. Los usuarios tenían la opción de apostar a diferentes opciones dentro de un mismo partido, como número de puntos, resultado exacto o ganador, entre otro tipo de pronósticos más comunes. La posibilidad de realizar apuestas combinadas multiplicaba las ganancias y aportaba una dosis de emoción e intensidad al juego.
Pero las apuestas deportivas necesitaban más atractivos que se complementaran con los hábitos de los aficionados. Estos se encontraron en la oferta de apuestas en directo. Es decir, la posibilidad de realizar pronósticos a un evento durante el desarrollo del mismo. Es en este punto donde el sector experimentó su gran salto a nivel tecnológico. La tecnología y las comunicaciones avanzaron notablemente a finales de la primera década del 2000 y las empresas aprovecharon esta situación para mejorar sus softwares. Instalaron nuevos sistemas que permitían una mayor capacidad; además de mejorar la calidad de sus diseños y la navegación por los portales. A los avances tecnológicos se sumó la aparición de empresas externas, encargadas de proveer datos estadísticos sobre el desarrollo de los partidos; en directo e in situ desde los terrenos de juego, a través de teléfonos móviles y una conexión a internet. Este servicio, que se ha mantenido de forma mejorada hasta nuestros días, permitió a las casas reforzar notablemente su gama de apuestas en directo, con la posibilidad de ir cambiando las cuotas en función del transcurso del evento.
El siguiente paso, y definitivo para la expansión de la actividad a escala planetaria, surgió con los Smartphones y la consiguiente creación de aplicaciones. Desde su teléfono, el usuario puede acceder a la oferta de partidos para apostar, bien sea antes o durante el desarrollo del evento. Absolutamente todas las gestionas las realiza desde este programa, tales como el ingreso y retirada de dinero, la realización de apuestas o su modificación durante en ‘live’ con la función de ‘cerrar apuesta’. Son apps desarrolladas con altos estándares de diseño y calidad, que se han ido mejorando a medida que también han avanzado las novedades en el sector de las tecnologías e Internet. Hoy en día, la mayoría de aficionados realizan su juego desde un dispositivo móvil.
