Los servicios de ciberseguridad se han puesto a la cabeza en las prioridades tecnológicas de las empresas. La informatización de prácticamente todas las actividades en una compañía ha llevado a sufrir ciertos riesgos de seguridad en los sistemas y por tanto, la protección contra estas amenazas está a la orden del día, obligando a las corporaciones a actualizarse y a invertir en este ámbito.
La realidad es que los incidentes cibernéticos en los que se burla la seguridad de equipos empresariales van en aumento. España en particular es uno de los países con más ataques del mundo. Se han pasado de unos 50.000 casos detectados en 2015 a más del doble en 2016 y para el primer trimestre del año pasado, en 2017, se superó en un 45% los datos del año anterior. Esto se traduce en que, aproximadamente, 3 de 4 empresas sufren ciberataques.
El coste que conlleva el protegerse de estas amenazas online no se puede percibir como un fondo perdido sin retorno, sino más bien, una inversión y una prevención ante las pérdidas que pueden ocasionar los ataques de esta índole. Una pérdida de datos e inhabilitación de equipos supone un alto coste económico, tanto por los recursos como por el tiempo de productividad perdido. Las repercusiones legales que puede tener en caso de tratarse de información confidencial o delicada suman a estos costes un daño irreparable a nivel social y de reputación.
Medidas de ciberseguridad para combatir los riesgos
Por muy pequeña que sea una empresa o por poca información que use en la red, siempre hay que tomar precauciones, ya que la mayoría de los ciberataques se producen a PYMES y a grandes corporaciones. Esto quiere decir que el tamaño no es un factor decisivo a la hora de atacar o no.
Las primeras medidas a tomar son muy básicas: establecer contraseñas seguras en los equipos y en las cuentas, cambiarlas de forma regular y establecer copias de seguridad. Tanto si los datos se encuentran alojados localmente, es decir, en los mismos equipos de la compañía, como en la nube, es imprescindible tener un respaldo de toda la actividad e información importante sobre la empresa.
Otra medida imprescindible es el uso de software de protección en los equipos. Tenerlo actualizado y con un nivel máximo de seguridad evitará una gran parte de los intentos de intromisión a través de la red. Un simple antivirus como los que se tienen en los ordenadores domésticos no es suficiente para los ciberdelincuentes que corren más riesgo atacando a empresas.
Y por último, y la más importante, una medida indispensable de ciberseguridad es la formación de los empleados y la información. Todos los trabajadores de una empresa que estén en contacto con ordenadores, Internet o datos delicados deben estar concienciados de la importancia de la seguridad en todos los documentos digitales.
En definitiva, un ataque cibernético puede afectar de forma muy negativa a cualquier entidad o negocio, por muy pequeño que sea. Por tanto, todos deben estar preparados ante cualquier amenaza y protegerse de los peligros y nuevos delitos que el siglo XXI ha traído consigo.