La editorial Héroes de Papel anunció que lanzará un libro dedicado al lamentablemente ya fallecido artista japonés Satoshi Kon. El libro Satoshi Kon: La mirada de un autor es un resultado del trabajo del escritor zaragozano Álvaro Arbonés.
La incursión de Satoshi Kon en el mundo de la animación, el cine y la televisión llegó para quedarse. Películas que se han convertido de culto como Perfect Blue (1997), Millennium Actress (2001), Tokyo Godfathers (2003), y Paprika (2006), han ido mucho más allá de únicamente dar de qué de hablar.
Estas películas se han convertido en un punto de referencia cultural contemporáneo que invita a cruzar más allá del mundo del cine y la televisión, sino que invitan a incursionarse a la incertidumbre que representa mirar el interior de la mente. Los sueños, el comportamiento humano y las implicaciones de obviar los convencionalismos en las relaciones interhumanas en un mundo cuyo marco no lo permite, son algunos de los temas que Kon pone a prueba en sus obras.
La editorial anunció que los fans del trabajo de Kon podrán acceder al libro a partir del 11 de noviembre de 2020.
Del anime y el mundo de los sueños
El mundo de los sueños ha sido constantemente abordado por el anime. Kon sentó un precedente para adentrarse hasta el fondo. Pero otras series como Death Parade, donde la realidad, la muerte, los sueños el bien y el mal y el ser y lo que debería ser, se encuentran en una balanza imposible de sostener.
Aunque no lo creamos, igualmente ocurre en la tan famosa serie de manga Los Super Campeones, donde la trayectoria futbolística de Oliver Atom bien pudo ser no más que un sueño. En el episodio final de la serie, cuando el conjunto nipón se enfrenta al carioca en la Copa del Mundo, las retransmisiones en directo de fútbol ayudan a fomentar una transposición entre la realidad y los sueños para beneficio de la serie animada.
Representan el final, pero también el inicio de distintos ciclos. Esto nos permite ver que el mundo de los sueños es un lugar en el que el anime constantemente encuentra un nicho que bien puede establecer conexiones con cosas y campos tan alejados como inesperados.
En estas siguientes líneas recordaremos muy brevemente un poco sobre dos de las películas más representativas del trabajo de Kon. Éstas influyeron de importante manera en Occidente y en la cinematografía hollywoodense también.
Paprika: viaje onírico
Este largometraje toca en el ámbito de los sueños. La psiquiatra Atsuko Chiba desarrolla un modelo y dispositivo para diagnosticar condiciones mentales en sus pacientes. Éste le permite entrar, penetrar, pisar el suelo de la mente de las personas. Como es bien sabido, el mundo onírico permite ser partícipe e incursionarse una y otra vez en cosas tan alejadas como inesperadas.
Tal como la historia nos ha enseñado, la tecnología también juega un papel determinante. El dispositivo que la doctora Atsuko inventa, tiene un potencial para curar, pero también para destruir. Sin darse cuenta, Atsuko se encuentra en una situación donde tiene que mantener la cordura de sus pacientes, sus seres queridos y la propia.
Sin embargo, cómo saber quién está más vulnerable ante la inminente destrucción mental. Esta película tiene dejos surreales. Cualquier cosa puede suceder.
Todo se vuelve posible y lo impensable también tiene sentido. Los marcos de lo imposible y la realidad se mezclan, y separarlos puede resultar tan peligroso como el mismo hecho que implica su inicial mezcla.
Naturalmente hay vidas en riesgo, y Atsuko como detective, debe poner las manos a la obra, o tal vez retirarlas, para que haya el menor daño posible.
Perfect Blue: La incertidumbre de las relaciones humanas
Dos años antes del milenio, en 1998, se estrenó Perfect Blue en España. La trama de este largometraje es un thriller psicológico que busca vislumbrar la forma en que ciertos sentimientos y emociones tan básicas como los 7 pecados capitales han cincelado nuestra mente y comportamiento.
Mima es una pop-star japonesa que poco a poco comienza a vivir una crisis mental y emocional, que se ve recrudecida debido a la facilidad con que cualquier persona, cualquier desconocido, logra tener acceso a su vida privada.
Esta situación no se ve mitigada por la gente que la rodea y Mima entra en un limbo donde los sueños, alucinaciones y realidad se vuelven peligrosamente indistinguibles.