Sentarse frente al televisor, encenderlo, preparar la videoconsola. Comienza la partida. Este es el proceso que realizan muchas personas, la mayoría jóvenes, diariamente. Jugar a los videojuegos se ha convertido en algo prácticamente rutinario y que ocupa gran parte del ocio de aquellas personas que encuentran en éstos un mundo virtual que les permite desconectar momentáneamente de la realidad.
Nos encontramos ante una actividad muy extendida y a la que se le dedica horas y horas. Por tanto, resulta esencial tener una cosa clara: la posición corporal. Y es que se antoja necesario guardar una buena postura que ayude a los denominados ‘gamer’ a no dañar sus espaldas. Para ello, existen sillas de oficina baratas que permiten que jugar no sea una acción lasciva que deteriore un pilar fundamental de tu cuerpo a largo plazo.
Sin darnos cuenta, gastamos muchas horas jugando, ya sea delante del ordenador o de la televisión, y, llegado un punto, comenzamos a sentir una serie de molestias físicas. Éstas solemos atribuirlas a la carencia de práctica deportiva. Sin embargo, tenemos que considerar que, sin duda alguna, toda posible contractura, dolor de espalda o molestias en hombros, cuello o muñecas proceden, casi con toda certeza, de estar sentado durante tanto tiempo en un asiento inapropiado.
La problemática aparece cuando, hora tras hora, estar sentado de una manera incorrecta empieza a mellar el físico, causando una serie de problemas que, en muchos casos, pueden llegar a ser crónicos. Precisamente, para evitar llegar a ellos, es recomendable considerar las sillas de gaming como una herramienta necesaria para este tipo de actividad. Sería todo un error calificarlas como un lujo prescindible a todos los efectos.
En este sentido, la conformidad no tiene cabida. Es decir, comprar la primera silla que veamos no es lo ideal. Ni por asomo. A veces lo barato sale caro. Por tanto, jugársela (ya que hablamos de juego) se antoja innecesario.
Para elegir de forma correcta, lo primordial es conocer las características ergonómicas del asiento que vayamos a comprar. El objetivo no es otro que buscar una silla que sea garante de bienestar físico a la hora de estar frente al televisor o el ordenador.
Las constantes innovaciones tecnológicas han hecho posible que cada vez sean más las opciones para poder comprar una buena silla a un precio asequible. Por consiguiente, no hay que pensar que un buen asiento es ninguna tontería, ya que elegir adecuadamente equivale a velar por tu propia salud.
Ante la existencia de esta necesidad, es destacable hacer una valoración sobre el elemento que ha dado lugar a ella: los videojuegos. En este sentido, el político británico Edward Vaizey considera que los videojuegos son “arte”. Éste, al igual que otros que defienden y los entiende como industria cultural, valora la esencia de la misma. De hecho, desempeñó una importante labor en su reconocimiento creativo cuando fue Ministro de Cultura, Comunicaciones e Industrias Creativas en Inglaterra, de 2010 hasta el pasado año. Gracias a él, los BAFTA han llegado a premiar al videojuego con una gala en la que el glamur y los creadores de éstos cobran una importancia equivalente a la de los directores de cine cuando se estrena una película. También se le debe agradecer su incansable lucha por fomentar el progreso de una industria independiente en Reino Unido.