Elena tiene el privilegio de ser la dueña de una pequeña pero reconocida marca de postres, las ventas son todo un éxito sobre todo si se trata de sus brownies de almendra y mantequilla de maní. Lo que ocurre es que existió la triste posibilidad de que dichas delicias no vieran jamás un par de manos llevárselas.
Si Elena se hubiese dejado dominar por el miedo al fracaso profesional.
En algún punto, la idea persistente de que sus brownies y demás delicias no fueran llamativas o lo suficientemente buenas amedrentó toda su motivación. La idea de perder su inversión y de quedar con un sentimiento de fracaso simplemente la retuvieron un tiempo. Gracias a Dios la sombra del miedo se evaporó.
¿Pero cómo lo hizo?, ¿cómo se puede vencer el miedo al fracaso?
En primeras instancias es necesario conocer qué es aquello del miedo.
El miedo es un estado que se caracteriza por emitirle al individuo alguna clase de alerta que lo resguarde de amenazas o potenciales peligros. Podría decirse que la palabra “cambio” le indica al individuo salir de la zona de confort y esto puede ser procesado por el cerebro de dos maneras:
- Renovación, progreso o avance.
- Inestabilidad, inseguridad o incertidumbre.
La palabra ganadora es incertidumbre. Dentro de las causas por las cuales existe el miedo al fracaso se encuentra el explorar aquello que no es conocido. El futuro de un emprendimiento es desconocido por más señales de estar bien o estar mal, es allí donde las emociones comienzan a jugar un rol fundamental.
El paradero de lo invertido es otro dilema. Generar una buena cantidad de ingresos o recuperar más de lo invertido puede ser tan fácil como enhebrar una aguja a la luz de una vela. Siguen muchas más causas, no obstante la decisión de seguir bajo la luz de una vela o decidirse a colocar un foco está al alcance de la mano.
El temor puede ser superado
Inclusive el temor al éxito.
Por más curioso que pueda sonar, hay miedo al fracaso y miedo al éxito. Lidiar con “lo que vendrá después” también puede ser superado.
Se han desarrollado una serie de claves que permitirán cruzar la gran barrera del miedo.
- Tener un plan
Los planes son salvavidas en todo desempeño sin importar si se es jefe o empleado. La organización con respecto a lo que se quiere realizar es fundamental porque da la oportunidad de adelantarse a los posibles imprevistos y aportar soluciones. Siempre es válido tener plan A, B y C.
- Ser visionario
Ver más allá. Los visionarios son quienes procesan la palabra “cambio” como renovación, progreso o avance. Al emprender o inclusive aportar a un negocio o entidad el tener una visión permite aprovechar todas las condiciones presentes y revertirlas a favor.
- Conocerse
La identidad es menester. El conocimiento personal es contado como una poderosa herramienta, entender las limitaciones pero no dejarse abatir por ellas sino más bien centrar los esfuerzos en las cualidades que se posean.
- Tener conocimiento sobre los demás y sobre el entorno
Nuevamente es un punto que el conocimiento equivale a poder. El conocimiento sobre aquellos con los cuales se coexiste permite desarrollar un mejor desenvolvimiento ya sea personal o laboral. Con el entorno ocurre el mismo fenómeno.
- Conocer la materia
La inseguridad puede ser superada nuevamente gracias al saber. Si se está emprendiendo o se propone iniciarlo, adquirir estudios sobre el tema laboral es claramente lo que debe hacerse. Debido a la expansión global el avance en distintas materias hará del estudio algo prolongado, pero eficiente.
- Persistencia a mil
Y esto especialmente si se va a desempeñar en algo que represente un anhelo. La persistencia existe si hay pasión, si en verdad se desea algo. Las circunstancias deben siempre ser tratadas como catapultas hacia algo de nivel superior, jamás como un obstáculo, al menos no mucho tiempo.
La perseverancia, está estrechamente anexada a la motivación y por ende a la visión.