Llega un momento en la vida útil de nuestro ordenador en la que empieza a darnos problemas. Ya sea porque el rendimiento baja estrepitosamente, haciéndolo insoportablemente lento, o porque nuestro antivirus no ha realizado bien su trabajo y ha sido infectado, provocando estragos. En cualquier caso, tu ordenador necesita un formateo urgente.
Pero no corras todavía a una tienda de informática, antes deberías tener en cuenta varios aspectos. El primero: piensa si algún conocido puede hacerte el trabajo. Un formateo es un proceso simple y podemos ahorrar un dinerito si algún amigo se presta a hacernos el favor. Otra cosa que podemos hacer es guiarnos por tutoriales en internet (que hay muchos), y hacerlo nosotros mismo.
También es importante que reflexiones sobre qué sistema operativo es el que más te conviene. A veces, lo más adecuado no tiene por qué ser lo último. Por ejemplo, si usamos nuestro ordenador solo para trabajar o escribir y nos ha dado muchos problemas en el pasado, lo idóneo tal vez sea cambiar a un Windows mucho más antiguo, con menos aplicaciones pero mucho más rápido.
¿Tienes un portátil Acer? Pues no necesitas nada más
Lo primero que necesitas para formatear tu ordenador es un disco de arranque con el Windows que deseas instalar. Pero no siempre, sobre todo si tienes un portátil Acer. Mucha gente desconoce que Acer incorpora en su sistema operativo un programa llamado Acer recovery manager que nos facilita mucho el trabajo.
Lo único que debes hacer, si este es tu caso, es encender el ordenador y esperar a que aparezca la pantalla de arranque donde aparece la marca (desde donde entras en el BIOS, en resumen). Pulsa ALT+F10 (en algunos casos ALTGr, mira tu manual de instrucciones), y el ordenador realizará el formateo automáticamente. Eso sí, no podrás cambiar nada, solamente restaurar los valores de fábrica predeterminados.