La banca española intenta adaptarse al mundo digital, lo cual no es un proceso fácil, ya que no sólo supone implantar cambios en ciertos aspectos del negocio, sino en toda la cultura interna y sus trabajadores.
Según diversos estudios, como por ejemplo el llevado a cabo por la Oficina Europea de Estadística o Eurostat, afirma que cuatro de cada diez usuarios de banca en España con edad comprendida entre 16 y 74 años, dan uso a los canales digitales. Además, según un estudio de Ipsos, uno de cada tres consumidores no va nunca a su sucursal bancaria.
En los últimos años, ha surgido un importante crecimiento de numerosas bancas online y empresas de Fintech que ofrecen, no sólo servicios similares a los que la banca tradicional acostumbra, sino también otros productos financieros innovadores a través de Internet, tales como los créditos rápidos online, muy populares entre este tipo de plataformas, entre otros muchos. El incipiente auge de este tipo de empresas supone que los bancos españoles cada vez refuercen más su presencia en la web.
Como dice el refrán, renovarse o morir. Cada vez se aprietan más los márgenes y la entrada de nuevas empresas financieras como las Fintech o los servicios financieros de Google o Apple suponen que el sector esté más prieto que nunca. Por eso, los bancos no se han descuidado y se han percatado de que el móvil desplazará al ordenador como principal canal de interacción. Por este motivo, muchos bancos han decidido tomar medidas optimizando sus páginas web a móviles, para conseguir una mejor experiencia de usuario, así como sus aplicaciones móviles, cuyo objetivo es que el cliente pueda realizar sus gestiones bancarias sin necesidad de acudir a la sucursal.
Otro factor importante a tener en cuenta, es el de la aparición de una nueva generación de usuarios, los conocidos como Millennials, menores de 35 años que se caracterizan por sus altos conocimientos en el uso de nuevas tecnologías y que, debido al acceso a información mediante Internet del que disponen, están muy preparados y son exigentes a la hora de consumir o solicitar algún tipo de servicio bancario. Quizá este sea el motivo por el que expertos del sector afirman que, con el tiempo, las sucursales acabarán convirtiéndose en oficinas de ventas, donde los profesionales cada vez dejarán más de lado sus tareas administrativas y se centrarán en la captación y fidelización de clientes.
Hoy día los bancos y entidades de crédito han tenido qué innovar y estar presentes en Internet para qué sus productos sean mejor comercializados. De hecho, muchos de los sus clientes más jóvenes hacen uso de las nuevas tecnologías para encontrar préstamos y tarjetas de crédito con ofertas en muchos casos sólo disponibles si las contratas online.
El futuro en este sector, como en muchos otros, pasa por estar actualizado y favorecer la facilidad de contratación de servicios de este tipo sin salir de casa. En el caso de los préstamos rápidos, sin papeleos tradicionales y con todas las comodidades a nuestro alcance gracias a las nuevas tecnologías.