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Un Web Hosting se basa en un servicio de alojamiento para crear tu propia página web o para gestionar el correo. Hay empresas en las cuales al contratar un servicio hosting puede ser que cobren algunas características aparte, como hay otras que traen todo lo necesario incluido.
No es recomendable adquirirlo gratuitamente ya que, para una empresa seria, traería ciertos problemas, aparte de darle a la empresa una imagen poco profesional tampoco es muy fiable, normalmente las versiones gratuitas se utilizan como una opción de prueba.
Los tipos de web hosting más habituales
Hosting VPS: El sitio web se guarda en un servidor que se ha divido en servidores más pequeños, de tal manera que cada uno funciona como si fuera su propia máquina y puede tener su propio sistema operativo. La ventaja de esto es que te permite un mayor control sobre el servidor, pero su desventaja es que tiene un precio elevado el cual se debe pagar mensualmente y tiene mayor complejidad técnica.
Hosting Compartido: Este es el más recomendado para los sitios web estándar, sobre todo los de uso personal, blogs, pymes… Se almacenan en un servidor en el que también hay otras páginas web, cada una tiene su espacio particular, pero se comparten los recursos. Es la opción más económica y por eso debes elegir un buen proveedor, ya que de lo contrario la página puede presentar ciertos problemas de lentitud y estabilidad.
Servidor Dedicado: El servidor está reservado para un solo usuario, el cual se encargará de su propio mantenimiento. Posee mayor espacio de alojamiento en el disco y memoria RAM, la velocidad de carga y descarga es mayor, aunque la mensualidad es más costosa que los hostings anteriores.
Estas tres modalidades de web hosting son las más habituales, aunque existen otras opciones que se podrían considerar variantes, por ejemplo, mira este artículo de webempresa en Todohostingweb. Como ya sabes, las mejores son las más costosas, ya que prometen mayor protección y mayor rapidez.
¡Cloud, lo más nuevo en el mundo del hosting!
Este tipo de web hosting es una combinación entre lo tradicional y la nube, esta es la forma de alojamiento que ofrece más seguridad, ya que el riesgo de que el sistema se quede fuera de servicio se vuelve casi nulo, esta nube reparte la información en varios servidores alrededor del mundo y te permite expandir tu web más adelante. Debido a que este sistema ofrece más seguridad, y además suele soportar mayor cantidad de clientes, hace que sea más costoso pero permite mucho tráfico en los comercios electrónicos.
También tenemos servicios web especializados como WordPress, Joomla, Prestashop o Magento. Estos van más allá del servicio habitual de hosting, ya que se ajustan a las características de estas aplicaciones, y como son cuentas optimizadas, te ahorran ciertas tareas como la instalación, alojamiento y seguridad de las aplicaciones.
Imagen: Depositphotos/tashatuvango
