Hoy en día, el mercado ofrece una amplia variedad de tipos de cámaras de seguridad con las que aumentar la vigilancia de las instalaciones e inmuebles, ya sea en el hogar, negocios, empresas, industrias o espacios exteriores que presentan diferencias en cuanto a su función, su localización o conexión. En el presente artículo se presentan las principales opciones para que los interesados en este tipo de dispositivos puedan elegir con más criterio.
Las cámaras de seguridad y vigilancia se utilizan por motivos cotidianos, como saber lo que ocurre en casa cuando se está fuera, controlar los alrededores de una finca o echarle un ojo al bebé que está en otra habitación, por poner solo algunos ejemplos. En dependencia del uso que se le vaya a dar, será necesario optar por un modelo u otro de la amplia variedad de cámaras de vigilancia que ofrece el mercado. Estas son las más habituales.
Cámaras WiFi o inalámbricas
Estas cámaras, como su propio nombre indican, son aquellas que no necesitan cables para conectarse. Habitualmente cuentan con una batería y transmiten los datos vía WiFi. Se suelen utilizar dentro de casa para ver cómo están los niños o el bebe cuando están en otra habitación.
Cámaras IP
La cámara IP, a diferencia de las que funcionan a través de la red Wifi, se conectan directamente a Internet mostrando la imagen que visualiza. Son los modelos más vendidos en la actualidad, además incorporan wifi y se pueden visualizar las imágenes desde cualquier dispositivo, como el ordenador, el smartphone o la tablet.
Su principal ventaja es que permite ver las imágenes en tiempo real a grandes distancias mediante una dirección IP de Internet.
Cámaras interiores y cámaras exteriores
Las cámaras interiores son las más sencillas de todas y las más económicas, dado que, al no estar expuestas a la intemperie, no necesitan mecanismos extra de protección. En cambio, las cámaras para exterior están diseñadas para resistir las acciones climatológicas adversas, como fuertes vientos, la lluvia, la nieve… ya que, como su propio nombre indica, se utilizan en espacios que se encuentran al aire libre. Por este motivo, la principal razón por la que las cámaras de exterior tienen un coste más elevado es por la carcasa de protección que requieren.
Cámaras de visión nocturna e infrarrojos
Para dar soluciones a todas las circunstancias es por lo que existen tantos tipos de cámara de seguridad y vigilancia entre las que elegir. En el caso de las cámaras de visión nocturna e infrarrojos han sido desarrolladas para que capten imágenes cuando hay poca luz.
Este tipo de aparatos suele grabar durante todo el día y encender sus infrarrojos de forma automática al caer la noche, ofreciendo una visión en blanco y negro. Su precio se encarece respecto al resto por la visión nocturna por LED.
CCTV o circuitos cerrados
Este otro modelo de cámaras se suele utilizar en las instalaciones de CCTV. Las siglas se corresponden con circuito cerrado de televisión, y se requieren cuando se necesita supervisar varias actividades y diferentes ambientes. Se trata de instalaciones permite ver en un monitor imágenes tomadas de varias cámaras y en un único dispositivo de visualización y grabación.
Cámaras con movimiento y zoom
Las cámaras con movimiento y zoom son las que más se utilizan en espacios de grandes dimensiones con una central de seguridad. En este lugar será donde se posicione una persona encargada de monitorizar y vigilar las cámaras. Tienen amplias propiedades de movimiento sobre giro, inclinación y zoom para un mayor control perimetral.
¿Qué cámara de seguridad comprar?
Ante tantas posibilidades, ahora toca decidir qué cámara comprar. La clave para hacer una buena elección está en estudiar bien las necesidades que se necesitan cubrir.
Por un lado, hay que decidir si se pretende tan solo evitar robos o intrusiones en la vivienda o si también se quiere emplear para el control de entrada de personas o incluso para urgencias médicas. El tipo de vigilancia que se quiere tener es importante, pues no es lo mismo que se graben simplemente las imágenes o que se puedan visualizar a través de otro dispositivo, como el Smartphone.
Otro aspecto fundamental es el estudio de las posibles ubicaciones de las cámaras, pues habrá que considerar, por ejemplo, el número de usuarios de la vivienda. Ante todo, la instalación debe resultar útil y práctica, así como su activación o desactivación también.
Por último, hay que tener presente qué grado de actuación se pretende en caso de robo o asalto, si ser avisado con un mensaje al móvil, si solo se activará una alarma sonora o si, además, la cámara estará conectada a un sistema CRA (Centro de recepción de alertas) que conecta con la policía.